
En el marco del Programa 21 o Agenda 21, que se dio en La Cumbre de la Tierra del año 1992 en Río de Janeiro (Brasil), se presentaron 40 capítulos que influyen en la conservación del Medio Ambiente, entre ellos, está el capítulo número 18, que se enfoca en el agua como recurso para el desarrollo sostenible.
El Programa 21 plantea además, la innovación tecnológica y la cooperación entre agentes sociales y económicos como ejes para el cambio. Este plan de acción se propuso para que fuese adoptado a nivel universal por la Organización de las Naciones Unidas y Gobiernos, adquiriendo el compromiso de actuar en pro de una mejora ambiental continua, a través de la elaboración de planes de acción locales.
“¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?”: Papa Francisco

La Semana Laudato Si’ es impulsada por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y el Movimiento Católico Mundial por el Clima, este último fue creado en 2015, por familias, miembros, organizaciones de la Iglesia Católica, comprometidos como ciudadanos responsables y seguidores de Cristo, a aplicar esta Encíclica.
En la página web www.laudatosiweek.org/ es/home-es/, se encuentra toda la información acerca de la Semana Laudato Si’, recursos e ideas para esta celebración y así, los fieles desde sus comunidades, contribuir con soluciones para reducir la crisis ecológica.
En el Día Mundial del Agua también es importante tener en cuenta este texto que hace cinco años el Papa Francisco publicó para responsabilizar a los hombres y mujeres con la Creación y promover la transformación de la sociedad en pro de la casa común.
El agua en Laudato Si’
El Papa Francisco expone en la Carta Encíclica Laudato Si’, cómo los sectores más ricos de las sociedades tienen el hábito de gastar y tirar; países desarrollados rebasan los límites de explotación del planeta. Mientras que, para los pobres el acceso a agua de calidad es escasa, produciéndose problemáticas de salud pública y numerosas muertes.
En el capítulo II, “La cuestión del agua”, el Papa manifiesta que “el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos”. Esta situación, es para Su Santidad, una problemática que radica en la educación y la cultura, ya que no hay conciencia de la gravedad, por lo que se presenta la gran inequidad.


